Estrategia de preparación de oposiciones: No estudies.

Dentro del arduo camino hacia las oposiciones de secundaria, los aspirantes suelen abrumarse con la vastedad de contenido teórico que se supone deben dominar. Sin embargo, existe una perspectiva alternativa que puede resultar más efectiva y menos desalentadora. Aquí se propone un enfoque que reevalúa cómo los opositores deberían abordar su estudio.

Primero, es esencial recordar que la base teórica se asume adquirida durante los estudios universitarios. Por tanto, es cuestionable el beneficio de dedicar tiempo y esfuerzo a repasar exhaustivamente dicha teoría. En lugar de esto, la estrategia sugerida se basa en familiarizarse con la estructura de cada tema. Memorizar el índice puede permitir al aspirante a las oposiciones desarrollar su propio entendimiento y argumentos de manera más coherente y efectiva. Otra forma de trabajar los temas sería crear esquemas y resúmenes. También es importante memorizar tres o cuatro referencias bibliográficas, pero es más fácil e igual de efectivo hacerlo por bloques en lugar de por temas (Mira aquí un ejemplo de distribución de bloques para la especialidad de Sistemas y Aplicaciones Informáticas).

En general, en lugar de restringirse a las limitaciones de la teoría ya existente, esta estrategia permite al opositor personalizar su enfoque, adaptándose a su estilo y fortalezas personales. Incluso en casos donde el tema no se ha preparado con anterioridad, la familiaridad con su estructura permitirá un desarrollo más fluido y confiado durante el examen, lejos de nerviosimos y esperas de bloqueo de memoria.

Esta estrategia básicamente consiste en saber exáctamente qué desarrollar en cada tema. Memorizar un índice de dos o tres niveles es más que suficiente para hacerlo si entendemos el tema. Esta confianza nos despreocupará del desarrollo en sí de los contenidos, y nos hará centrarnos en lo importante, sin ir contando los folios que llevamos.

Otra estrategia que funciona es ir escribiendo el índice del tema conforme lo desarrolllamos. El índice está en nuestra memoria, pero podemos olvidar incluir algún punto y acordarnos más tarde de hacerlo. Es importante que no llenemos nuestro desarrollo de tachones. Más vale dejar espacio e incluir el índice al final. También podemos hacerlo en un folio en sucio y pasarlo a limpio al finalizar nuestro desarrollo.

Los criterios de evaluación también son un factor a considerar. Consigue los criterios de las últimas oposiciones en tu comunidad autónoma, haciendo una simple búsqueda en Internet. Por ejemplo, estos son los de Andalucía de 2021. Se asignan puntos en diversas categorías: el índice, legibilidad y presentación, introducción, conclusión, bibliografía y el desarrollo del tema. Al tener esto en cuenta, es posible maximizar el rendimiento en el examen al centrarse en aspectos que a veces pueden ser pasados por alto en el estudio tradicional.

La creatividad y la comprensión personal del opositor pueden ser un activo valioso. Es común que los evaluadores posean un conocimiento menor sobre los contenidos específicos del tema que el propio opositor. En este caso, la originalidad y la personalización pueden marcar la diferencia.

En conclusión, el estudio para las oposiciones de secundaria puede ser un desafío, pero al repensar cómo nos acercamos al material y cómo nos preparamos para la evaluación, es posible maximizar nuestros esfuerzos y aumentar nuestras posibilidades de éxito. Se sugiere que los opositores se atrevan a pensar fuera de los parámetros tradicionales y se permitan la flexibilidad y la creatividad en su preparación.

Si esquematizamos estas ideas, el método se puede concretar en los siguientes puntos:

  • Estudia el índice de los temas, no su desarrollo.
  • Memoriza tres o cuatro referencias bibliográficas (por bloque, no por tema) e inclúyelas al final.
  • En el examen utiliza un folio aparte para desarrollar el índice. Si es posible reutilízalo (cada minuto cuenta) pero si tiene tachones, reescríbelo. No incluyas nada que no sepas desarrollar o que no te de tiempo a hacerlo.
  • No olvides incluir una introducción al principio y una conclusión al final (date libertad y no las memorices tampoco. Intenta ser original y captar la atención del tribunal).
  • Puedes variar el orden de desarrollo de las preguntas, con tal de que al final los folios encajen: Elabora primero la conclusión y la bibliografía en el último folio y el título del tema y el índice del primer folio. Esto hará que sueltes tensión y el examen fluya mucho mejor.