El origen del correo electrónico se sitúa en 1961, cuando el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ofreció una demostración en la que varios usuarios podían entrar a un IBM 7094 desde terminales remotas a través de un sistema para almacenar información que se enviaba a través del novedoso sistema de email; esto favoreció la creación de nuevas formas de compartir información.
Ya en 1965 se empezó a manejar datos en un gran ordenador de tiempo compartido y en 1966 se extendió rápidamente para emplearse en redes de ordenadores.
Es curioso que la primera conexión a Internet no se llevó a cabo hasta 1969, momento en el que se conectó el primer nodo de la red del ministerio de Defensa norteamericano..
En 1971, con Internet en marcha, se hizo necesaria la integración de este sistema de correo con otros servidores, así que Ray Tomlison, que trabajaba en el desarrollo de ARPANET, inventó la conocida “arroba”, que en inglés se traduce como “At”, en castellano “en”. De esta forma se pueden tener usuarios en distintos dominios de Internet.
Al trabajar en el envío de mensajes a otras computadoras del ARPANET, fue como Tomlinson logró enviar el primer correo electrónico en el mundo en octubre de 1971.
El World Wide Web no aparecería hasta 1992 de la mano de Tim Berners Lee.
El correo electrónico es parte crucial en nuestra comunicación, debido a su instantaneidad, facilidad de uso y efectividad en cuanto a costos.
Un invento que ha revolucionado las comunicaciones, sin depender de ninguna empresa, con protocolos abiertos, económico y universal.